Todos sabemos la importancia que tienen las contraseñas, pero, ¿te has parado a pensar en la alta presencia que tienen estas cifras personales e intransferibles en nuestro día a día?
Lo cierto es que utilizamos contraseñas para todo; para desbloquear móviles y dispositivos, descargarnos apps, acceder a nuestra cuenta bancaria, identificarnos, entrar en áreas personales, etc. De esta manera, podríamos definir estas claves como la identidad de una persona en un conjunto de cifras.
Además de cuidar nuestra privacidad, nos protegen de cualquier fraude, que puede ir desde el robo hasta la suplantación de la identidad.
Por eso, ¡este post te interesa! Te vamos a dar varios consejos para que crees contraseñas seguras sin que sea muy difíciles. ¡Allá vamos!
Consejos para crear contraseñas seguras
- No uses nada que tenga que ver con información personal. Puede parecer algo obvio, pero lo cierto es que mucha gente utiliza datos personales por la gran facilidad de acordarse que estos suponen. Olvídate de nombres, de fechas, del nombre de la calle en la que vives y demás información que pueda suponer una fácil opción para poder descubrir tu contraseña.
- Apuesta por contraseñas que sean fáciles de recordar para ti y difíciles para otros. Seguro que hay momentos, palabras, números, etc., que por diferentes motivos no te cuesta recordar. Y, sin embargo, a una persona ajena nunca se le ocurriría. Utiliza este tipo de elementos para idear tus claves.
- Utiliza combinaciones aleatorias. Emplea mezclas como letras con números o mayúsculas con minúsculas, por ejemplo. La heterogeneidad es fundamental si queremos evitar sorpresas, que no es otra que la posibilidad de sean descubiertas.
- No uses la misma contraseña para todo. Aunque esto suponga una complicación, es indispensable utilizar claves distintas entre sí. Piensa que, si una contraseña fuera descubierta, peligrarían todas nuestras cuentas.
- Si te resulta complicado recordar diferentes cifras, puedes utilizar un administrador de contraseñas de confianza, ¡hay múltiples! Otra opción, es usar la misma contraseña, pero adaptándola al entorno. Por ejemplo, si se trata de una contraseña para acceder a Twitter, puedes añadir a tu clave las siglas “TW” al principio de la clave, al final, o de forma intercalada.
- Y lo más importante, no las desveles a nadie, ni las anotes en tu móvil ni en ningún elemento visible. Nuestras contraseñas deben estar bien guardadas ya que, de no ser así, por muy difícil de deducir que sea, podría poner en peligro nuestra privacidad.
Ahora ya estás preparado para crear las contraseñas más seguras. ¿Protegemos nuestra privacidad?