Un juez estadounidense ha ordenado investigar a internautas que no son ciudadanos de aquel país . Quiere sus teléfonos, direcciones, cuentas bancarias, contactos, etcétera, según informaba ayer el diario «El País». La persecución contra Julian Assange y su entorno continúa: las autoridades estadounidenses tratan de construir un caso por espionaje contra el fundador de Wikileaks, responsable de la filtración de 250.000 documentos del Departamento de Estado. En la petición judicial a Twitter sólo dos de los afectados son ciudadanos de los Estados Unidos.
«Facebook tiene 500 millones de abonados en el mundo, pero la compañía y sus servidores están en los EE UU. Es una realidad nueva que hay que resolver», afirma Artemi Rallo, director de la Agencia Española de Protección de Datos.
Tras conocer la noticia, el Grupo Liberal en el Parlamento europeo ha decidido solicitar a la Comisión Europea (CE) que pida explicaciones a los Estados Unidos por exigir a la red social Twitter información sobre la cuentas de Wikileaks y detalles personales de su fundador, Julian Assange, y varios simpatizantes. Para desarrollar el proyecto, se va a crear un departamento específico y en los próximos meses el presidente estadounidense dará más detalles de su iniciativa.
El objetivo, según el coordinador de seguridad cibernética de los Estados Unidos, Howard Schmidt, es garantizar la privacidad de los usuarios y crear un correcto «ecosistema de identidad en internet». La iniciativa no pretende suponer un método de control sino un sistema de seguridad. «No estamos hablando de una tarjeta de identificación nacional. Lo que queremos es mejorar la seguridad y privacidad online», afirma.
Un juez estadounidense ha ordenado investigar a internautas que no son ciudadanos de aquel país . Quiere sus teléfonos, direcciones, cuentas bancarias, contactos, etcétera, según informaba ayer el diario «El País». La persecución contra Julian Assange y su entorno continúa: las autoridades estadounidenses tratan de construir un caso por espionaje contra el fundador de Wikileaks, responsable de la filtración de 250.000 documentos del Departamento de Estado. En la petición judicial a Twitter sólo dos de los afectados son ciudadanos de los Estados Unidos.
«Facebook tiene 500 millones de abonados en el mundo, pero la compañía y sus servidores están en los EE UU. Es una realidad nueva que hay que resolver», afirma Artemi Rallo, director de la Agencia Española de Protección de Datos.
Tras conocer la noticia, el Grupo Liberal en el Parlamento europeo ha decidido solicitar a la Comisión Europea (CE) que pida explicaciones a los Estados Unidos por exigir a la red social Twitter información sobre la cuentas de Wikileaks y detalles personales de su fundador, Julian Assange, y varios simpatizantes. Para desarrollar el proyecto, se va a crear un departamento específico y en los próximos meses el presidente estadounidense dará más detalles de su iniciativa.
El objetivo, según el coordinador de seguridad cibernética de los Estados Unidos, Howard Schmidt, es garantizar la privacidad de los usuarios y crear un correcto «ecosistema de identidad en internet». La iniciativa no pretende suponer un método de control sino un sistema de seguridad. «No estamos hablando de una tarjeta de identificación nacional. Lo que queremos es mejorar la seguridad y privacidad online», afirma.